Dibujante de cómics, performer y creadora musical, Paula Guerrero (Almendralejo 1996) nos presentó su Chica vampiro en 2018. Tras compartir con ella y sus colegas, varios años de amor, amistad, drogas, Cómics en los que prácticamente no pasa nada (2019) y muchos fanzines, Paula se ha convertido en una de nuestras autoras preferidas y en uno de los talentos con más proyección dentro del panorama de la autoedición nacional.
¿Quién es Paula Guerrero? ¿Dónde y cuándo naces?
Soy Paula Guerrero, nací en 1996 en Almendralejo. Estudié Bellas Artes en Cuenca, ciudad en la que viví intensamente durante siete años.
Soy dibujante y especialmente, me dedico a dibujar cómics. Comencé a dibujar historietas y a hacer fanzines en 2018, sin embargo, considero que esta lleva siendo mi actividad profesional hace tan solo un año. En estos seis años he compaginado el dibujo con otros trabajos y proyectos artísticos de diversa índole. Fue a principios de 2024, tras un despido en la tiendade ropa en la que trabajaba, cuando decidí que me dedicaría únicamente a dibujar. Cuando tomé esta decisión la sentí muy kamikaze, pero de momento estoy teniendo suerte.
¿Cuándo te diste cuenta de que el cómic era el vehículo que ibas a usar para contar cosas?
Darme cuenta de eso fue algo que sucedería gradualmente entre 2018 y 2019, para mí es difícil pillar las cosas al instante o con la suficiente firmeza, me hago consciente de las cosas siempre a toro pasado. Sí que puedo definir la primera vez que pensé que dibujar cómics podría ser un modo de expresión interesante. En 2018 fui a un taller de cómic que Javier Lozano impartía en mi universidad. Ni siquiera me hubiera enterado si no fuera porque un amigo me pidió que le acompañara, en la uni era bastante pasota. Durante el taller me divertí mucho, entre las participantes dibujamos historietas colectivas bastante locas. Esa noche recuerdo encontrarme con Javier por Cuenca, hablamos un montón y él me animó con mucha convicción a dibujar cómics, así que le hice caso. Nos hicimos amigos, a mí me encantan sus cómics y creo que muy al principio copiaba inconscientemente su tono (sin gran resultado) hasta que fui encontrando el mío. Javier siempre me dio el feedback más sincero y me ha animado mucho durante estos años, algo de lo que le estoy muy agradecida.
¿Quién, quiénes o qué te inspira como creadora? Nos puedes hablar de alguna autora que hayas descubierto o que te inspire pero además de eso qué clase de música, cine, etc... lo que te mole.
Creo que en mis cómics hay mucho de los cómics underground de los años 80, el blanco y negro y un rollo a lo Raymond Pettibon que no sé si es tanto una inspiración o más una herencia visual de todas las imágenes que retenemos en el subconsciente. Realmente, no he consumido muchos cómics a lo largo de mi vida sino que he empezado a hacerlo cuando yo misma me introduje en este mundo. Recuerdo flipar mucho de adolescente con Persépolis de Marjane Satrapi y Ghost World de Daniel Clowes, lo poco que encontraba en la sección de cómics de la biblioteca de mi pueblo que no fueran superhéroes.
Sí que he leído mucha más literatura, me interesan las novelas clásicas, sobre todo si están escritas por mujeres aunque hago muchas excepciones. Me encanta la literatura gótica, me fascinan las hermanas Brönte, las novelas de terror, de ciencia ficción de otras épocas, como Frankenstein de Mary Shelley, Dr Jekyll y Mr Hyde de Robert Louise Stevenson, los diarios, las correspondencias de escritoras y las novelas autobiográficas como Memorias de Abajo deLeonora Carrington o Éramos unos niños de Patti Smith. En el cine, de manera muy previsible, he consumido muchas películas de terror o que cogen componentes de éste para hacer otra cosa, desde La Matanza de Texas a The Rocky Horror Picture Show, el body horror de Cronenberg, las películas sobre brujas y vampiros. Mis favoritas de vampiros son Nosferatu de Werner Herzog y Arrebato de Zulueta.
¿Qué significa la autoedición para ti?
No sé si significa algo demasiado concreto, en mi cabeza es un lugar donde transcurre el tiempo y pasan un montón de personas que acaban siendo tus amigas. Al principio me permitió materializar ideas de una manera despreocupada, como si la autoedición fuera un lugar acogedor. A medida que pasa el tiempo ves el impacto real de lo que haces en la gente, te transforma y transforma lo que haces inevitablemente. Para mí, la autoedición ha sido el lugar dónde he aprendido a hacer cómics y dónde me he rodeado de gente que aprecio y a la que admiro.
¿Dónde podemos leer tus cómics?
De momento en mis fanzines que distribuyo yo, y lo que destripo por instagram. También suelo tener copias en Fatbottom.
¿De dónde surge la Chica Vampiro y tus personajes en general?
Chica Vampiro surge de la necesidad de ser mala sin consecuencias, en mis primeras historietas hablaba sobre contradicciones, toxicidades y conductas autodestructivas. Poco apoco el personaje va evolucionando y aborda temas como la inmortalidad, la sexualidad y la violencia. Cabeza Perro es su acompañante, la escucha y casi siempre es la voz de la razón. Mientras la vampiro reacciona por impulsos o deseos, el perro le advierte de las consecuencias, es esa parte racional la que quizás me llevó a dibujarlo como una cabeza. Pero todo esto es algo que he pensado después.
¿Qué más cosas haces además de tebeos?
Pues cada vez menos, pero he tenido proyectos de performance y de audiovisuales. Tengo algunos proyectos musicales de los que espero resucitar algo en 2025, a veces pincho como dj.
¿Qué tal ha sido hacer el cartel del GRAF?
Cuando me propusieron hacer el cartel del GRAF me sentí muy agradecida. Yo siento que estoy empezando (al menos de manera profesional) y que piensen en ti da mucho subidón. He tenido la suerte de tener varios encargos este año en los que han depositado mucha confianza en mí y me han dejado hacer lo que me dé la gana. Con GRAF ha sido lo mismo, sin embargo ha sido para el que más presión me he metido. Considero GRAF un festival importante con proyección que además acoge las propuestas de un montón de dibujantes que admiro, y lo confieso, esto me puso nerviosa. La experiencia ha sido en su mayoría de aprendizaje, aprender a hacer un cartel, aplicar cosas que no hago en los cómics, trabajar en digital, procurar añadir color de una manera coherente, algo que me cuesta muchísimo. Este proceso ha sido muy fácil con ellos, me han ayudado con mis dudas, han sido pacientes y me han animado muchísimo. Me siento bien con el cartel tras haberme puesto a prueba, creo que he hecho una cosa rara y me mola. Al principio lo llamaba anti-cartel, mientras iba dibujando cada escena, cada detalle; hay que dedicarle un tiempo de observación para saber realmente qué está pasando ahí.
¿Qué tal es la escena bilbaína del cómic?
Lo cierto es que en Bilbao paso prácticamente la mayor parte de mi tiempo dibujando en mi estudio y cuando suelo compartir mi curro lo hago en otras ciudades. Llevo viviendo en Bilbao poco más de dos años y no conozco a muchas personas que hacen cómics aquí. Cuando pienso en quiénes están haciendo cómics tengo que irme a otras ciudades del País Vasco. Pienso en Maite Caballero, Raisa Álava, también en Paula Estévez, Aizine Sarasola y Josune Urrutia, aunque no las conozco personalmente. Seguro que me dejo a mucha gente pero más que una escena bilbaína veo una escena de cómic en Euskadi en la que el Guillotina sería una feria de autoedición de referencia.
¿Te veremos en GRAFBCN2025? ¿Traerás algo nuevo?
Allí estaré. Ahora mismo estoy con un proyecto largo que preveo que me llevará mínimo un año pero quiero sacar un nuevo fanzine con historietas cortas que he dibujado durante 2024. Espero poder sacar algo más tipo póster ¡ya veremos!